Desde el 26 de diciembre está instalado un campamento frente a la Procuraduría General de la República, en el DF, de organizaciones que reclaman la aparición de los normalistas y la liberación de presos políticos. Mientras tanto el Gobierno intenta borrar las huellas de los 43.
México
DF. 01/01/2015.
En
México no hay bidet. Uno puede ir desde un hotel de mala muerte hasta uno de
cinco estrellas y no encontrará ninguno en ningún baño. No es que no los
tengan, es que simplemente en México no existen. Por eso debe ser que unos
cuantos andan con el culo sucio y quieren fingir que la ausencia de los
normalistas no es real. “No están, no existen, están desaparecidos”, decía el
genocida argentino Jorge Rafael Videla.
Los
padres y los normalistas de Ayotzinapa regresaron a Guerrero la madrugada de este
1º de enero, después de realizar un mitin frente al parque donde se encuentra
la residencia presidencial. Entre tanto otro grupo de ellos se reunieron en
Chiapas con el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZTL) y recordaron el
21 aniversario del levantamiento en esa región de México.
Pero las
protestas y los reclamos por la desaparición de los 42 estudiantes de la
Escuela Normal Rural Raúl Isidro Bustos, no desapareció del DF. Representantes de 100 organizaciones
nucleadas en la Asamblea nacional Popular, en la que está incluida el grupo de
Ayotzinapa, mantuvieron un acampe frente al edificio de la Procuración General
de República (PGR) y ayunaron durante toda la jornada, en adhesión a una huelga
de hambre que iniciaron ayer 9 personas que están detenidas por haber
participado en movilizaciones y reclamos durante el último tiempo.
La sede
de la PGR está en una zona exclusiva de la ciudad, sobre la Avenida de la Reforma,
en cuyos laterales grandes y modernos edificios que en su mayoría pertenecen a
cadenas de hoteles internacionales, bancos y grandes multimedios.
Esta
avenida ha sido escenario de varias de las marchas realizadas en reclamo por la
desaparición de los normalistas. A pesar de que hubo muchas pintadas en la
zona, el Gobierno se encargó de borrar cada una de ellas, aún aquellas que
habían sido realizadas sobre los cercos perimetrales de las obras en
construcción y sobre carteles de propaganda. Hay una evidente acción del
Gobierno de tratar de que no sea visible el caso o, al menos, que vaya saliendo
de escena.
“Definitivamente estamos convencidos que México atraviesa esta profunda esta crisis por culpa del capitalismo. El de Ayotzinapa ha sido el crimen de un Estado burgués, que impone un sistema violento, en lo social y en lo económico, y organiza el poder en contra del pueblo”, dijo este 1º de Año Carlos Esteban Giménez Martínez, militante del Frente Oriente, que es una de las organizaciones que mantiene este plantón indefinido frente a la PGR.
El negocio de la información
Varios de los grandes diarios están sobre el Paseo de la Reforma
"49 emisoras, 109 sistemas de TV por cable"
“Definitivamente estamos convencidos que México atraviesa esta profunda esta crisis por culpa del capitalismo. El de Ayotzinapa ha sido el crimen de un Estado burgués, que impone un sistema violento, en lo social y en lo económico, y organiza el poder en contra del pueblo”, dijo este 1º de Año Carlos Esteban Giménez Martínez, militante del Frente Oriente, que es una de las organizaciones que mantiene este plantón indefinido frente a la PGR.
“América
Latina va rompiendo con este sistema pero aquí, en México, tenemos un gobierno
que sirve a los intereses imperialistas y entrega los recursos naturales y energéticos
a transnacionales”, dijo, y acotó que el presidente Enrique Peña Nieto “ha lanzado
una campaña de terror y de odios contra los manifestantes. Son cúpulas
empresarias, que dicen que se tiene que perseguir a quienes se oponen a este
modelo, que no se justifica la movilización y que lo único importante es el
flujo de dinero”.
Los
presos políticos
El
campamento frente a la PGR, cuyo titular Jesús Murillo Karam parece el primer
fusible que estallará en un intento por aplacar los ánimos, no solo es en
reclamo por la aparición de los 42 normalistas, sino también por la liberación
de los presos políticos que están alojados en diferentes cárceles mexicanas.
“Los
presos políticos suman cientos y cientos – dijo Giménez Martínez – Desde que
asumió Enrique Peña Nieto en diciembre de 2012 esta persecución aumentó. Solo en
DF fueron casi 1.000 personas las
detenidas por razones políticas. De ellas 120 fueron sometidas a procesos penales
y 50 quedaron detenidas. Hoy hay más de 10 que continúan presos”.
-¿Y de
qué se los acusa?
-“A todos
se le aplica el mismo machote, que se llama ´ataque a la paz pública`. Es un
delito que no se configura en ninguno de los casos. Incluso en muchos de los
casos se han tenido que echar para atrás. Por ejemplo, Mario Gonzales y Alejandro
Bautista estuvieron más de un año en prisión y después los liberaron, porque no
pudieron demostrar su culpabilidad. Son detenciones arbitrarias”.
El
militante mencionó un caso puntual: Hace unos meses policías vestidos de civil
detuvieron sobre un autobús a dos jóvenes universitarios y los acusaron de
tratar de robarles a 10 policías federales armados. Esos dos jóvenes continúan
en prisión.
“El
destino de nuestro país es ser libre, eso es algo irrenunciable e irreversible”,
dijo Giménez Martínez. “El EZLN demostró hace 21 años la forma de lucha. En ese
momento no se logro y en este momento, con los 43, quizás no se logre. Pero es
parte del proceso de liberación. Las luchas no son aisladas, se van conectando.
Estamos convencidos de que este es un proceso de lucha organizada”, dijo.
Por eso
no es casual la masacre de los normalistas. Estos jóvenes, formados como
docentes en escuelas rurales y que tienen también formación política, son un
problema serio para el orden establecido. Por eso el gobierno de Peña Nieto ya
ha cerrado 26 escuelas normalistas en el país.
El
valor relativo de las elecciones
“Se está
analizando seriamente si las elecciones son una forma de lucha o una forma de
control”, dijo el joven militante, que fue uno de los oradores en la última
movilización de los padres y normalistas en el DF.
La
frase tiene fundamentos y tal vez explique el por qué el PRI, partido de
derecha que gobierna este país, ostenta un poder hegemónico desde hace años.
Como ejemplo basta un hecho que fue noticia después de las últimas elecciones.
Centenares de personas se movilizaron en algunos de los estados, reclamando que
los triunfadores no les habían pagado los 500 pesos mexicanos prometidos por su
voto. Ni siquiera se cuestionó la transparencia de esas elecciones.
“Hay un
desprecio total hacia la clase política. Y esto no se queda solo en denuncias. Hay
28 alcaidías en Guerrero que, después de lo ocurrido allí, fueron tomadas por asamblea
populares. Así se va construyendo en proceso de liberación. Nuestro pueblo se
va a liberar y va a tener gobiernos más democráticos y populares”, dijo Giménez
Martínez.
El
narco y el poder político
El
narcotráfico ha ganado terreno gracias a un Estado corrupto, que deja hacer y se
lleva su parte de la ganancia, para sostenerse en el poder. El Estado deja
hacer.
Un
ejemplo: La mayoría de las empresas de transporte público de pasajeros solo “alquilan”
sus unidades a los choferes, que pagan por manejarlas y que deben rendir
diariamente un monto fijo y sacan su ganancia de lo que sobra. Esto redunda en
que no haya horarios fijos para el usuario y que el chofer se demore en cada
parada para cargar la mayor de pasajeros posibles. El Estado no controla ni
atiende quejas. Mucho funciona así en México. Desde los miles de vendedores que
se ubican en las veredas de todas las ciudades del país, hasta los narcos.
“El pueblo
mexicano ya ha derramado mucha sangre. Ya tenemos más de 100 mil muertos. La
lucha contra el narcotráfico no es real. Estamos viviendo una guerra de clases
y, hasta ahora, la relación de fuerzas es desfavorable”, dijo el militante del Frente
Oriente.
“Aquí los
medios y la burguesía quieren convencer que el Estado está infiltrado por el
narco, pero el narco es parte de este Estado, no es ajeno y no lo está
infiltrando, es parte de él. Se organiza y se articula junto a él. En muchos
casos el narco se usa como grupo de paramilitares que persiguen a los
luchadores sociales. Estado y narcos tienen una íntima organización, trabajan a
la par. Por eso sostenemos que la burguesía está atrás de la matanza de Ayotzinapa”.
El negocio de la información
Varios de los grandes diarios están sobre el Paseo de la Reforma
Uno de los diarios centenarios de México
"49 emisoras, 109 sistemas de TV por cable"
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